Desafios para America Latina en el tercer milenio

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Summary: Visión de un Gericault sobre America Latina
Review: El director para América Latina del Ministerio de Relaciones Exteriores Belga, muestra su sensibilidad y talento en identificar los problemas que retan al sub continente. El tiene experiencia de primera mano que mezcla de manera magistral con su fria vision de economista europeo y su ardoroso amor por la literatura latinoamericana contemporanea. Su libro es muy denso y ambicioso, como tal es inevitable que no pueda cubrir detalles y acciones importantes que evitarían, tanto al autor como al lector, caer en conclusiones falaces. Por ejemplo cuando explica la presencia Diplomatica de Costa Rica en Jerusalén, en base a una poblacion judia de más o menos tres mil personas, de gran logro intelectual y académico sin comprender que la Doctrina Monge conlleva una decisión presidencial y un acto de soberania del ambito de las relaciones bilaterales frente a una resolucion no vinculante bajo condiciones especiales de un organismo internacional. Otras veces deja de mencionar importantes detalles de acciones diplomaticas como la politica del desarrollo sostenible y los esfuerzos integracionistas alrrededor de dicho tema durante la Administración Figueres. Menciona de pasada, pero no ahonda en detalles importantes de la acción de apoyo de esta administración a los esfuerzos por la paz y la democracia en Colombia. Su visión sobre el solidarismo es típicamente europea y norteamericana, confundiendo una escuela de pensamiento alternativa y no contrapuesta al sindicalismo como paternalismo frente a un sindicalismo debil, sin analizar sus bases reales. No menciona entre los desaparecidos a los pasajeros y reipulantes del Diana D perdido para siempre en los archivos de Nicaragua Sandinista. Esto es inevitable con una obra tan comprensiva y tan densa. Antes de significar un demérito para la obra, significa un reto para los academicos y diplomáticos que junten el guante que ha botado con la elegancia y "panache" que lo caracteriza el Embajador Stevens. Su obra me recuerda mi cuadro favorito en el Louvre, La Balsa de la Medusa, pintado en lugubres y trágicos tonos, pero nadie percibe a lo lejos la luz del barco que les rescatará. Me parece sentir en la obra una fe en el hombre y en la mujer latinoamericana como los celebres cachorros del León espanhol que decía Darío.